Me asombra el hecho de descubrir nuevos significados cuando estudio algún pasaje del texto Sagrado.
No es ese asombro ingenuo en el que el explorador del Libro cree haber develado un misterio, es un asombro que me provoca cierto disgusto, porque prácticamente todos los pasajes de la Biblia no tienen más que una interpretación correcta. De modo que lo que uno hace no es otra cosa que corregir una interpretación deficiente que ya tenía.
Tener que reinterpretar muchos pasajes bíblicos que la tradición cristiana ha enseñado con tanta liviandad desde una posición equivocada, o al menos descuidada, es un trabajo que modifica mucho más que una interpretación equivocada, o un concepto que se tiene en la mente. Para un cristiano, el conocer el significado cabal de uno u otro pasaje de la Biblia conlleva a una crisis, a un cierto retraso en el crecimiento que, en el mejor de los casos, y después de cierta perplejidad y confusión, termina en modificar y rectificar pensamientos y conductas.
Es comprensible que todo proceso de conocimiento implique una serie de constantes ajustes, pero no estoy bien predispuesto a conceder mi silencio a la mala exégesis que impera en el cristianismo en general. Porque una cosa es la lenta elaboración de la estructura de nuestros conocimientos, pero otra cosa diferente es que quien imparte la enseñanza no sea "didaktico" ("apto para enseñar").
Voy a un caso testigo de esta dejadez:
"Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano." 1ªCo.15:58.
La mayoría de las personas a las cuales les estoy hablando pueden decir este versículo de memoria (pero la buena memoria es una virtud relativa cuando la mente ignora el significado de aquello que atesora).
No sé exactamente cuantas veces escuché hablar sobre este pasaje en los últimos diez años, pero me arriesgaría a decir que no menos de treinta veces.
Sospecho que en alguna oportunidad se haya dicho algo diferente de que el cristiano debe permanecer "firme y constante, creciendo en la obra del Señor siempre", porque Dios es un fiel galardonador del servicio que se le rinde…
Es verdad que Dios reconocerá con justicia el servicio que los cristianos le rinden, pero este famoso pasaje no establece ni enseña ninguna ley de retribución por medio de la que se anima al cristiano a trabajar en vista de una compensación.
Para muchísimos cristianos este pasaje, lo repito:
"Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano." 1ªCo.15:58.
se ha convertido en un icono de motivación espiritual, en una fina pieza de la colección de promesas Divinas que asegura que la prestación de los servicios que se rinden a Dios tiene una contraprestación de crédito reservado para ser entregado al empleado cristiano en el Tribunal de Cristo.
En otras palabras tal pasaje no enseña el artilugio del "tomá y dame". La razón por la cual se enseña esto, no obstante, es la aplicación de la lógica. Es que somos tan espirituales que interpretamos la Biblia por intuición…
Lo que obstaculiza el sano y recto entendimiento de este pasaje por parte del cristiano es el mismo obstáculo de siempre: miopía y astigmatismo en los ojos de la interpretación de un texto cualquiera.
No voy a discurrir en la exégesis del pasaje que he citado, por si este artículo despertara alguna suerte de curiosidad en mi lector. Solo diré lo elemental:
-El pasaje en cuestión es la breve conclusión de todo un capítulo.
-1ªCo.15 es un capítulo donde se trata sobre la resurrección (es un capítulo normativo sobre el tema).
-La razón por la cual el cristiano debe "permanecer firme y constante creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que su trabajo en el Señor no será en vano", es que se le ha asegurado que un día resucitará.
El mensaje es que: No es en vano...porque resucitará...
Por esta razón, y no por otra, es que el cristiano "sabe que su trabajo en el Señor no es en vano" (de ahí que el pasaje anterior diga: "gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por medio del nuestro Señor Jesucristo." Quien de cierto resucitó de entre los muertos, como lo argumenta todo el capítulo.)
Pensar que mi trabajo en el Señor no es en vano porque recibiré una recompensa de Él no es algo que Pablo tenga en vista aquí.
¡La motivación está en la promesa de Resucitar, no en una recompensa de valor relativo a un servicio!
Me pregunto qué sería del reconocimiento del servicio sin la Resurrección y la Glorificación.
Tengo por mejor, por más excelsa, e infalible la motivación de la Resurrección y la Glorificación juntamente con Cristo que la motivación que me suministra cualquier reconocimiento que pudiera recibir de Él por haber hecho nada más y nada menos que lo que debía hacer.
El mensaje que se quiere transmitir en el pasaje mencionado es infinitamente superior al mensaje que se suele dar. ¿Por qué no se estudia y se enseña la Biblia correctamente?
Digamos que el infierno será un lugar fresco antes que nuestras ideas acerca de la Biblia superen el mensaje que la Biblia posee en sí misma.
¿Se da cuenta cuanta legítima y recta motivación le roba al cristiano una mala interpretación?
sábado, 4 de julio de 2009
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1 comentario:
Generalmente los cristianos vivimos una vida rigurosa y llena de reglas que no nos permite ver lo sencillo que es vivir como cristianos. Dios nos pide solamente que creamos en él y gocemos de la vida. Este articulo está buenisimo y aclara algo de esto. Valio la pena leerlo.
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