Hay una tentación continua con la cual los creyentes debemos aprender a lidiar con maestría; la tentación de creer que somos espiritualmente autónomos e independientes.
Filipenses 4:13 es el pasaje que mejor se cotiza en el ámbito de la pretendida autonomía del cristiano.
Este pasaje suele ser utilizado para enseñar un supuesto grado de independencia y de autonomía que el creyente puede experimentar CONTINUAMENTE en su vida normal y ordinaria. Pero el texto Sagrado no lo enseña en su contexto y no merece sufrir aplicación tan ruin.
En el contexto de la iglesia, (que es donde se debería desarrollar una pequeña parte de la vida del cristiano)
-exactamente donde el creyente ha sido llamado a guardar la unidad de mente y de espíritu ante un amplio abanico de pensamientos que pujan por adecuarse a la mente de Cristo,
-ahí donde el creyente es llamado a adaptarse a su función interdependiente como miembro del cuerpo que es la iglesia,
-ahí donde el cristiano debe facilitar el accionar del otro, ahí donde cada cristiano debe actuar como si los demás fueran superiores a él mismo,
-ahí donde todos deben ser sumisos unos a otros en el temor de Dios, ahí donde el Señor exige un máximo de lubricación en los engranajes para el debido funcionamiento de la iglesia en su ministerio,
-ahí donde se pide paciencia para con los demás, donde se pide que haya perdón para con los otros, y oración a favor de todos,
-ahí donde Cristo enseñó que cada uno debe estar sujeto al otro y ser un servidor que se halla pendiente y sensible a la necesidad de los demás, justamente en ese contexto en el que se demuestra la interdependencia en su máxima expresión…
-justo ahí es donde el creyente inmaduro suele ostentar con arrogancia la frase matadora: "todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
No hay nada más lejos de la verdad que decir esto en el contexto del cuerpo de Cristo.
Es como si el cristiano hubiese santificado el orgullo que traía del mundo y dijera:
"Soy el "Fierro" e los cristiano,
y he sufrido como naides,
con mi boca no hago alardes;
soy más humilde que el pan,
soy hombre que marcha presto
y ansí solo permanece,
pues todo lo puedo en Cristo,
quien también me fortalece"
Expreso así el concepto de la vida y el concepto de Cristo que suele haber en los corazones de los cristianos siempre adolescentes. Sean cristianos de donde usted quiera, cuando adolecen de ciertas cosas no importa el folklore, son todos iguales.
La Biblia nos enseña que pensamientos como el de Fil.4:13 "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" están completamente equivocados y fuera del contexto de la iglesia, ya que en dicho contexto se nos enseña prominentemente el modelo de una interdependencia que resulta vital para el desarrollo del cuerpo de Cristo, (de cada uno de los miembros) que es la iglesia.
Nunca se enseña a los creyentes a vivir una vida espiritualmente unilateral en el sentido de desvincularse del cuerpo que representa la iglesia. Al contrario, se le enseña a los creyentes a estar fuertemente unidos por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, a estar unidos por medio de un amor entrañable (gr. splancnon, relativo al reflejo de las entrañas, o del "sentimiento" que se siente en el "corazón" al contemplar el dolor del otro. Se usa de Cristo, quien sintió esto al ver las multitudes sin nadie que se compadeciera de ellos...)
El Nuevo Testamento está lleno de la frase "unos a otros" y dicha frase aparece en contextos tan variados que cubren todos los aspectos de la vida del cristiano dentro y fuera de la iglesia.
A los hermanos se les manda lograr en conjunto:
• No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros... Ro.13:8.
• Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Ef.4:21-32.
• Someteos unos a otros en el temor de Dios. Ef.5:21.
• Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Col.3:12-13.
• La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Col.3:16.
• ...que os améis unos a otros. 1°Tes.4:9.
• Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 1°Tes.5:11.
• Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. He.10:24-25.
• Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. Stg.5:16.
• amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro... 1°Pe.1:22.
• todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad.1°Pe.5:5.
• Largo etc.
¿En que parte cabe, en el contexto de la iglesia, la actitud unilateral que generalmente se expresa en: "todo lo puedo en Cristo…"?
Al contrario, gran parte, sino todo el trabajo de la iglesia se basa, según la Biblia, en ministerios que consisten en la "fórmula" "unos a otros" (gr. alelon)
Algunos, acaso cegados por una egolatría religiosa sin límites, han hecho toda una teología de la autoflagelación basada en Fil.4.13, pensando que todo lo que uno sufre debe sufrirlo solo, en total secreto, en perfecto silencio, con suma discreción, y con "hombría", mientras que así pasan los días, las semanas, y los meses disimulando el dolor y la necesidad ante los hermanos, y diciendo casi con un orgullo demente que "sufrir es algo maravilloso" puesto que "todo lo puedo en Cristo que me fortalece…"
Peligrosamente, uno podría llegar al punto de auto convencerse de que la vida cristiana debe ser así, y como consecuencia vivirá así, y enseñará su teología siempre detrás de este cristal desacertado y primitivo, pero la verdad es que la cosa NO es así. Ya de largo los creyentes vienen fabricando un sincretismo en el que pululan las vetas del pensamiento sectario dentro de las mismas iglesias, y lo que es peor, los líderes a veces no enseñan bien las Escrituras porque se basan en una tradición teológica superficial, pero actualmente subyacente.
Disculpe, pero la cosa no es así. Si usted usa Filipenses 4:13 como su eslogan preferido, está interpretando mal el pasaje.
¿Cuándo, pues, se debe aplicar en nuestra vida este singular pasaje?
Para comenzar, NO mientras que usted pertenezca a una iglesia y esté rodeado de hermanos que poseen la capacidad de ministrarle y animarle. Son esos hermanos los que, por otro lado, tienen todo el derecho de saber los problemas por los que usted está pasando. Cristo "ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso" ¿Qué culpa tienen los hermanos más próximos a usted que usted sea un miembro atrofiado? ¿Qué culpa tienen esos hermanos de que usted quiera funcionar como le da la regalada gana mientras esgrime inútilmente la frase "déjenme, que yo todo lo puedo en Cristo"?
Ahora bien, usted puede preferir el sufrir solo, pero no llame a ese sufrimiento "fortaleza en Cristo" llámelo por su verdadero nombre y diga lo que eso es: Orgullo, (y usted un orgulloso).
Sus hermanos tienen el derecho de saber lo que le ocurre, porque ellos necesitan ministrarle con los dones que Dios les ha dado para tal fin.
Pero si usted se calla, usted está dañando la obra de Dios, y a sus hermanos, esos mismos hermanos que usted dice que ama tanto y que por eso no les comparte sus problemas. ¡Pero mire usted! Si resulta que usted tenía tal autocompasión, que la compasión de Dios y de la iglesia estaba de más… ¿No podrá Dios tenerle más compasión de la que usted se tiene a sí mismo? ¿No podrá un hermano consolarle con la consolación con la que él ya ha sido consolado?
Pero claro, usted quizás prefiere decir al cielo con voz heroica (porque le sienta mejor al orgullo): "todo lo puedo en Cristo que me fortalece", y probablemente hasta sea capaz de soltar algunas lágrimas de cocodrilo. Quizás usted cree que tiene el derecho de hacerlo. Bien, ese "derecho" se llama: "abuso del derecho moral" y es básicamente lo mismo que Adán hizo en Edén.
Pablo, al decir "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" se encontraba en una circunstancia que de ser pasada por alto, se cometerá el grave error de interpretar mal el pasaje en cuestión.
Pablo estaba preso, aislado del mundo, privado de los creyentes, distanciado por fuerzas mayores de quienes le hubieran podido socorrer. PABLO ESTABA SOLO.
Repito: PABLO ESTABA SOLO…SOLO…SOLO…SIN NADIE A SU LADO que compartiera su fe.
Cuando uno se encuentra en tales circunstancias, uno se da perfecta cuenta de que Cristo llega a ser todo suficiente. En tal incidente en el que predomina la soledad en todo su vigor, Cristo se encarga de demostrarnos que Él alcanza para suplir nuestras necesidades anímicas y espirituales. En momentos tan apremiantes por la falta de compañía, Cristo revela su poder y su carácter todo suficiente para que podamos atravesar esos valles oscuros.
Realmente alguien que pasa por eso valora a los hermanos cuando los tiene cerca, y valora a Cristo cuando no los tiene cerca.
Ahí donde nadie más estaba para tenderle una mano a Pablo, el Señor hizo sentir al viejo apóstol que él estaba a su lado, pudiendo prescindir así de las amistades tan añoradas en esos momentos.
Es en tales circunstancias, Y NO EN OTRAS, que un cristiano experimentará la compañía y presencia sin igual del Señor, y podrá decir (para sí mismo, y quizás alguna vez como un testimonio del pasado): "todo lo puedo en Cristo, que me fortalece".
La palabra "todo" debe entenderse en su propio contexto, es decir, como concebida dentro de los límites de la prisión. (Esto es la clave para comprender bien el pasaje, pero de hecho, no es más que interpretar el versículo de acuerdo con las más básicas leyes exegéticas: "quien habla", "a quienes habla", "por qué les habla así", "en qué circunstancias les dice estas cosas", etc.)
La frase expresa la experiencia que alguien adquirió en la plena soledad, y está dirigida, en primera instancia, hacia la persona misma, para retroalimentar su propia fe y para recordarse y animarse que cuando uno esta AISLADO, Y PRIVADO DE SU LIBERTAD Cristo es suficiente para acompañarnos en tal cautiverio.
La frase de Pablo, vista en su debido contexto, es como un pensamiento en voz alta que se desliza hasta llegar al manuscrito, no es un reflejo de autonomía, sino el relato de una experiencia adquirida en el pasado, a fuerza de soledad.
Pablo refleja en sus escritos que prefería estar fuera de la prisión, o muerto, pero si aguantaba las circunstancias de tal privación era porque sabía que volvería a tener comunión con los hermanos, y porque recuperaría la libertad.
Mire esto:
"Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos." Hch.27:3.
¿Quién es Julio? ¿Será Julio Boca? Julio es un soldado romano inconverso, relativamente obtuso de mente, tosco y áspero de carácter, y con poca sensibilidad sentimental. Tal era el perfil psicológico de un soldado Romano en la posición de Julio.
Era un centurión, es decir, un hombre de alto rango que tenía cien soldados Romanos a su cargo, y como si esto fuera poco pertenecía a la compañía, o división Augusta, una de las más crueles, orgullosas, e intemperantes.
Su mamá le había puesto "Julio", haciendo honor al gran Cesar. ¿Se imagina a este muchachito? Por favor imagínese a este muchacho. Más de 1,80 de altura, fornido como una heladera con freezer, ceñido con una espada corta (medio metro) de doble filo en la cintura, vestido de su gala de guerrero con su cota de malla, calzado con una sandalias que le revestían hasta la rodilla, puesto un casco distinguido con el cual pasaba los 2 mts de altura, y quizás a Julito le gustaba llevar su lanza (pilum) de 2, 30 mts. en la mano. ¿Le parece que era como uno de los soldados de "casco azul" que andan repartiendo agua y chocolates a la gente? Por favor!!!
No obstante, Julio parece ser mejor que muchos cristianos en relación a la teología, porque él demuestra con suficiente sentido común que Pablo añoraba (añoraba tremendamente) el poder reunirse y hacer contacto con sus correligionarios y por esta razón se figuró que esto era un beneficio humano, un trato humano, una muestra de sensibilidad hacia las más profundas necesidades del preso que tenía a cargo. Así, pues le dejó reunirse con sus amigos. ¿Qué le habrá dicho Pablo?
-"No Julio, no, está bien, no hace falta, no te hagas problemas, todo lo puedo en Cristo que me fortalece…me quedo acá, está bien…"
Creo que Julio le hubiera dicho:
-Mirá, tomatelá antes que me arrepienta, ¡Rajá de acá rata!
Los únicos que suelen pensar en el sentido inverso a Julio son los creyentes. Seguramente Pablo, después que se fue del puerto se sentía incómodo de estar acompañado de los amigos, y les dijo: "está bien, no hace falta que estén acá perdiendo el tiempo conmigo, vayan a hacer sus cosas porque yo, yo…todo lo puedo en Cristo que me fortalece"
¿Qué le parece?
Pero mire esto otro:
"Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase." Hch.28:16.
Claro está, Pablo era un tipo que tenía mucha palanca en el gobierno Romano, y por eso consiguió tal beneficio… ¿le parece?
Mire, si hay algo que acá se ve claro es que Dios inclinaba todo su favor hacia Pablo, y le concedía en forma sobrenatural el beneficio de poder vivir en una casa particular para no volver a sufrir la reclusión, y verse privado de la compañía de sus hermanos. Para lo que es el precio de ser un Apóstol esto era un sacrificio menor (era una especie de detención domiciliaria hasta que llegara el momento en que el imputado debía comparecer ante el tribunal de justicia Romano).
Pablo siempre ministraba, estando dentro o fuera de la cárcel predicaba, y engendró varios hijos espirituales en la prisión. El hecho de estar preso no detenía la predicación, él mismo lo dijo: "la Palabra de Dios no está presa", pero ese no es el punto, el punto es que Pablo, como cualquier otro ser humano normal, hubiera preferido estar libre, y disponer plenamente del uso de sus derechos y de todas sus facultades. El ser humano está hecho para ser libre, el cristiano, mucho más.
Estando en esa misma "posada", Pablo se queja en una conversación diciendo:
"por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena." Hch.28:19.
Tuvo que mandarlos a llamar porque no se le permitía salir de la casa, y se queja de la cadena que lo unía al guardia Romano. Se nos dice que así vivió dos años, dos años que fueron mejores que vivir en la prisión, pero que no eran en absoluto, ni en parte, lo que él quería. No obstante tenía a los hermanos a discreción, y ya no le vemos decir "todo lo puedo en Cristo que me fortalece", pues hacía una vida casi normal.
Esta vez Pablo había sido eximido de ministrar al alto costo de hacerlo en la prisión. Pablo recibió el beneficio de una "casi libertad" para provecho personal, provecho que tiene que ver con las comodidades para la vida y con las necesidades de interrelacionarse socialmente.
Aislar socialmente a una persona es matar una gran parte de ella ¿por qué cree que se inventó la reclusión perpetua como pena judicial?
Al fin y al cabo los creyentes no buscan otra cosa que un mundo en el cual puedan relacionarse con el prójimo en una forma perfecta. Los creyentes son seres humanos sociales, que al ser aislados del mundo sufren la separación física, aunque Cristo les baste en tales circunstancias.
Pablo, como Pedro sufrieron el tener que estar confinados en cadenas, impedidos de la soberanía de sus voluntades, aislados del mundo social y de sus amistades, encerrados en pozos llenos de ratas, a oscuras, tras rejas de hierro, sin otra persona con la cual hablar que con un Cristo invisible al ojo humano. La soledad es algo tan peligroso para las personas que la Biblia nos muestra como Dios ha roto ciertas leyes naturales para dar aliento a algunos de sus hijos.
Pedro fue visitado por un ángel en la prisión, Daniel también, Pablo fue visitado por el Señor cuando la tripulación del barco había perdido la esperanza de sobrevivir por haber quedado aislada en el mar, a la deriva…
Uno puede saber en esos momentos que Cristo es el todo de uno, y que cuando nadie ha quedado, el Señor es suficiente, pero sin dudas uno preferiría estar acompañado (excepto que su gran “espiritualidad” le haya atrofiado la razón).
Cuando los cristianos despliegan la Biblia y fanfarronean ante sus propios hermanos con Fil.4:13, es como si escupieran el rostro de Cristo y le dijeran "no te necesito". Los cristianos son la "faz" de Jesucristo, la imagen visible del cuerpo ausente del Maestro que está entronizado en los cielos y que ha dejado aquí sus representantes o embajadores. Esto cristianos "autónomos" solo demuestran una exacerbada furia que recuerda a la del Diablo ostentando una autonomía de vida que es ilusoria fuera de Dios.
Digo más: ¿Por qué los que citan Fil.4:13 no citan también el versículo 14, estando este en el mismo contexto, y debiéndose leer también junto con el versículo 13?
Cito ambos versículos:
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación" Fil.4:13-14.
¿Leyó la inflexión "sin embargo"?
¿Sabe que estas inflexiones son determinantes en pasajes como estos?
Si se leen los dos versículos juntos (como debería ser) la cosa cambia drásticamente. La articulación "sin embargo" es un condicionante de lo que se está diciendo, y señala que la idea no se ha completado en su totalidad hasta haber terminado la frase.
Leer el Filipenses 4:13 sin el versículo 14 no tiene ningún sentido, y es un error grave de exégesis gramatical, y sintáctica.
Realmente, si se estudia bien el contexto, se verá que Pablo está enseñando lo contrario de lo que se pretende decir solo con el v.13. Aquí el énfasis está en el v.14, no en el v.13. Aquí se habla del valor de la interdependencia no del valor de la independencia. Queda presupuesto que la supervivencia espiritual del cristiano que ha sido aislado por la fuerza está asegurada por Cristo, y esto no tiene nada de extraordinario, al contrario, es normal. Lo extraordinario es que "sin embargo", es decir, no obstante que Cristo es suficiente en esas penosas circunstancias, los creyentes hacen lo imposible para suplir la necesidad física y anímica del hermano que está aislado en tal circunstancia.
¿Qué tendrá que ver que un creyente, viviendo una vida normal, rodeado de sus hermanos, diga "todo lo puedo en cristo que me fortalece"? No tiene nada que ver con lo que Pablo quiso decir.
El error es más que el hecho de decir con fervor "todo lo puedo en Cristo que me fortalece". El error está en que el creyente va adoptando una actitud incorrecta ante Dios, ante sus hermanos, y ante el prójimo.
En el pasaje en cuestión, Pablo parece decir en su totalidad:
"Hermanos, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación, gracias por haberos acordado de mí en mis prisiones, gracias por haber enviado a Epafrodito, gracias por el presente, una y mil veces gracias por este gesto inefable que ha confortado mi corazón. Mientras que estoy solo Cristo me es suficiente, sin embargo, que bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación…os tengo en mi corazón y en mis prisiones...espero veros…creo que pronto os seré concedido…no os olvidéis de mis prisiones…ustedes me enviaron una y otra vez para mis necesidades…gracias…"
Sí, Pablo estaba gozoso de la contención que Cristo le daba en la soledad, y de ser necesario estar mucho tiempo en esas circunstancias le hubiéramos escuchado decir lo mismo: "Cristo me es suficiente una y otra vez", pero es innegable que Pablo estaba tremendamente feliz por el consuelo que le significaba el ver a los hermanos, y los halaga por la iniciativa que habían tomado.
Con esta muestra de amor Pablo sabía que al fin y al cabo no había trabajado en vano, Cristo era verdad, esto se notaba por medio de las acciones de los pequeños cristos que él había ayudado a formar.
Piense en esto: ¿Al salir Pablo de prisión lo vemos decir "todo lo puedo en Cristo que me fortalece"? La respuesta que arrojan sus propias epístolas es NO. Por el contrario, lo vemos fortalecerse en medio de los hermanos. ¿Por qué? Porque la iglesia es el cuerpo de Cristo. La iglesia es Cristo mismo caminando entre nosotros, alentándonos, hablándonos, amándonos, exhortándonos, fortaleciéndonos, sustentándonos.
El tomar versículos fuera de sus contextos siempre trae malas consecuencias, especialmente cuando el tema se presta a una interpretación que parece alentar esa predisposición mundana de ser autónomos, independientes, y auto existentes.
De acuerdo con la enseñanza que se quiere dar en todo el contexto, el pasaje de Fil.4:13 no debería ser aplicado en nuestras vidas en circunstancias "normales" digamos, porque esto lleva poco a poco a fricciones, desencantos, confusiones, retrasos, malos entendidos, dificultades en las relaciones sociales y eclesiásticas, y a veces a una descarada egolatría.
Solo en aquellos momentos en que no tengamos a nadie más que a Cristo sabremos lo que significa: "todo lo puedo en Cristo, quien me fortalece." Hasta tanto, nuestra labor es ser interdependientes, no independientes.
sábado, 4 de julio de 2009
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